Muchos no se conocen, pero cuando el fotógrafo les pide que hablen entre ellos para parecer más naturales no lo dudan ni un momento y comienzan a conversar como viejos amigos. Es como si tuvieran algo en común y ciertamente lo tienen, porque las ocho personas que se han citado en el centro Joxe Mari Korta para participar en una sesión fotográfica son investigadores. Faltan dos que no han podido acudir al encuentro por motivos de trabajo pero no por ello dejarán de salir en estas páginas.
Son diez investigadores del más alto nivel que han venido a trabajar a Gipuzkoa atraídos por la fundación Ikerbasque y forman parte del grupo de 125 personas procedentes de veinte países que se han incorporado de forma permanente a las universidades y centros de investigación del País Vasco. Su aportación se puede medir de forma económica ya que, según la fundación, los científicos contratados por Ikerbasque han logrado un retorno para Euskadi de 17,5 millones de euros, lo que supone que por cada euro invertido por el Gobierno Vasco en esta entidad se obtienen dos euros.
Es una aportación importante pero, sobre todo, estos diez investigadores que se dedican a ramas tan diversas como la biología, la química, la medicina, la lingüística, la filosofía o la historia medieval, han situado a Gipuzkoa en el mapa del mundo. Sus nombres son internacionalmente conocidos, sus trabajos se publican en las más importantes revistas y sus investigaciones están abriendo caminos nunca transitados. Su trabajo consiste en formular preguntas y buscar respuestas. Los diez forman parte de la elite científica. Tienen mucho en común.
Zoraida Freixa, Química
«Mientras buscas una cosa puedes encontrar otra»
Lo que hace en la facultad de Químicas de la UPV desde 2010 suena a magia, pero no es sino el trabajo del equipo de investigación que dirige y en el que sus integrantes se esfuerzan por crear moléculas que cambian sus propiedades por la acción de la luz. «Ayer estuvimos probando compuestos nuevos para hacer productos que puedan mimetizar lo que hacen las plantas. Por ejemplo, se podría aumentar el nivel de oxígeno de una habitación solo con la luz del sol».
Zoraida Freixa es doctora en Química. Cuando habla de ciencia parece que describe un mundo de aventuras en el que la investigación es la excusa «para meterte en caminos interesantes». Ahora está recorriendo una ruta en busca del compuesto ideal y sabe que «es como buscar una aguja en un pajar». «Espero que exista y que lo hallemos, pero la gracia de esto es que mientras buscas una cosa es posible que encuentres otra».
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